Tengo tan poco tiempo y tanto amor,
tanta necesidad amontonada,
tan pocos ojos para tanta flor,
tanto preparativo para nada.
Días inútiles me han puesto avara
del privilegio de tu compañía
y cuando algún motivo nos separa
es como darle cuerda a la agonía.
¿Para qué vamos a desperdiciar
entre la oscuridad, entre la gente,
tantas intimidades sin usar
como tenemos, tanta luz urgente?
La vida rigorea y multiplica
recíproca abundancia en tiempo escaso.
No te imaginas lo que significa
estar enamorada con atraso.
Somos gremio de zombies que no sabe
estar sino en rebaño distraído.
Si uno en su duración apenas cabe,
por qué precipitarse en el olvido.
Todo enajenamiento es agresión,
y en defensa legítima te mando
a diferir esta disipación
para mañana, para no sé cuándo.
Por María Elena Walsh
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